Sí, por supuesto que se pueden congelar los arándanos, al igual que el resto de frutos rojos. Congelar los arándanos ecológicos es sin duda la mejor manera de poder seguir disfrutando de todas sus propiedades y beneficios para nuestra salud por varios meses más una vez acabada la temporada de recolección. Cuando congelamos correctamente los arándanos, pueden aguantar de 8 a 10 meses en el congelador en buenas condiciones.
Además gracias al diseño de nuestras tarrinas, podrás meterlos directamente al congelador ocupando poco espacio. Si bien, al ser tarrinas de cartón troqueladas, no es recomendable tener los arándanos más de 1 ó 2 meses en el congelador dentro de ellas. Para más tiempo, debes cambiar los arándanos a otro envase hermético como un tupper o bolistas con cierre.
Una vez la temporada de recolección va llegando a su fin, es un momento ideal para hacer un pedido y congelarlos. Aquí en el Principado de Asturias comenzamos la recolección de nuestros arándanos ecológicos en junio y se acaba a finales de octubre o primeros de noviembre según la climatología del año.
Los arándanos congelados se recomienda consumirlos en los próximos 6 meses, pero pueden aguantar en unas condiciones óptimas hasta 10 meses. Nosotros solemos usar bolsitas con cierre hermético y con una pegatina, donde escribimos la fecha en que hemos congelado los arándanos ecológicos, así siempre sabemos el tiempo que llevan en el congelador.
En nuestro caso, llevamos más de 30 años congelando arándanos y otros frutos rojos como las frambuesas, las zarzamoras o el mini kiwi, casi siempre a final de temporada, y así poder seguir consumiéndolos durante los próximos meses en postres, batidos o cualquier tipo de trasformado. La industria usa un método de congelación que se llama IQF por sus siglas en inglés. Básicamente lo que hace es distribuir los arándanos o frutos rojos en una sola capa para evitar que los frutos se toquen entre sí y una vez distribuidos se congelan de manera instantánea mediante unas temperaturas realmente bajas, permitiendo que cada fruto se congele independientemente y así al guardarlos en bolsas no se pegan unos a otros.
Siguiendo estas pautas podrás disfrutar durante muchos meses de tus arándanos congelados. Pero además, hay otras dudas que siempre se nos suelen venir a la cabeza y son las siguientes:
No. Del mismo modo que ya os explicamos que no hace falta lavar nuestros arándanos ecológicos antes de consumirlos en fresco, tampoco es necesario lavarlos antes de congelarlos. En el caso de que sean arándanos convencionales y sobre todo, de fuera de España, si podéis lavarlos por seguridad. Pero recordad que al lavarlos pierden la pruina o “bloom”, que es la capa de cera natural que los recubre y protege. Y si además los congelas mojados se podrán blandos y es muy posible que aparezcan otros problemas como el moho. Así que si quieres evitar estos problemas, compra arándanos ecológicos.
No, para nada. Si congelamos los arándanos directamente sin hervirlos ni hacerles ningún tratamiento, no habrá variación en su composición de nutrientes y antioxidantes. Así que podemos congelar los arándanos por varios meses y seguir disfrutando de todas sus propiedades y beneficios.
Es más, en nuestro caso, que estás comprando arándanos ecológicos recién recolectados en su punto de madurez óptimo y que además pasan de nuestras plantaciones en Asturias a tu hogar en menos de 24H, la congelación ayudará a preservar los nutrientes de los arándanos por más tiempo.
Tendríamos que irnos a periodos de congelación extremadamente largos por encima del año, para ver que el contenido de algunos antioxidantes o nutrientes puede comenzar a disminuir significativamente. Y a día de hoy, tampoco hay estudios que demuestren esto con total certeza. Estudios recientes, encontraron que en muchos de los casos analizados, los productos congelados tenían más concentración de nutrientes que los productos frescos.
Sí, toda fruta que se congela, nunca vuelve a tener la misma frescura y firmeza que cuando estaba fresca. Ya que cuando se congelan los arándanos se forman cristales de hielo en su interior que hacen que su tamaño se expanda. Y luego al descongelarlos vuelven a su tamaño original y de ahí que se pongan más blandos. Pero si descongelamos los arándanos correctamente pasándolos por nevera, no tienen porqué ablandarse en exceso ni perder toda su firmeza original.
Siempre que vayamos a descongelar los arándanos y queramos mantener en la medida de lo posible su firmeza y consistencia, debemos hacerlo a través de la nevera durante la noche anterior, así el proceso de descongelación es más lento y progresivo, permitiendo que el arándano no pierde gran parte de su firmeza. Nunca se deben descongelar los arándanos directamente a temperatura ambiente, ya que en este caso, los arándanos si perderán su consistencia muy rápidamente.
Elaborado y redactado por Adrián García Villar, Ingeniero Agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Nº Colegiado 215, Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos del Principado de Asturias (COIASTUR)
Otros enlaces de interés:
Juan Carlos García, Guillermo García González de Lena, Marta Ciordia Ara, (2018).
Linshan Li, Ronald B. Pegg, Ronald R. Eitenmiller, Ji-Yeon Chun, Adrian L. Kerrihard. Selected nutrient analyses of fresh, fresh-stored, and frozen fruits and vegetables, Journal of Food Composition and Analysis, Volume 59, 2017, Pages 8-17, ISSN 0889-1575.
Villarreal-García, D., Alanís-Garza, P. A., Cuéllar-Villarreal, M. del R., Redondo-Gil, M., Mora-Nieves, J. L., & Jacobo-Velázquez, D. A. (2014). Effects of different defrosting methods on the stability of bioactive compounds and consumer acceptability of frozen broccoli. CyTA - Journal of Food, 13(2), 312–320.