Qué son los antioxidantes

Lo que todos conocemos como antioxidantes o más recientemente nombrados compuestos bioactivos o fitoquímicos, son sustancias naturales o a veces artificiales, que previenen el daño oxidativo en nuestro organismo provocado por los radicales libres, lo que nos aporta un gran número de beneficios. De manera natural están presentes en verduras y frutas, y muy especialmente en los frutos rojos (tanto bayas como drupas), los cuales se han hecho mundialmente famosos y habituales en nuestra dieta, gracias a sus altísimas concentraciones de estos antioxidantes.

Aunque nuestro cuerpo produce ciertos antioxidantes (endógenos), el aporte que nos bridan los frutos del bosque es excepcional para aumentar los niveles de antioxidantes y de esta manera eliminar o neutralizar eficazmente los radicales libres en nuestro organismo.

Los antioxidantes o fitoquímicos se pueden clasificar de diversas maneras, según la fuente alimenticia, según sus funciones biológicas o según los tipos que hay, que es lo más común (tabla adjunta).

En el caso específico de los frutos del bosque, éstos tienen una alta concentración en un grupo de antioxidantes llamados compuestos fenólicos. Dentro del cual, las antocianinas son las más famosas, siendo las responsables del color de los frutos como los arándanos, las frambuesas o las grosellas.

También son conocidos por su alto poder antioxidante el ácido gálico o ácido cumárico, así como otros antioxidantes no menos importantes como la quercetina (flavonoles), el resveratrol (estilbenos) o las proantocianidinas (flavanoles). Todos ellos potentísimos antioxidantes con propiedades antiinflamatorias, anticanceríginas, antimutagénicas y antimicrobianas, que nos aportan un sinfín de beneficios a nuestra salud como la prevención de enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas, impedir la proliferación de células cancerígenas, control de la diabetes, conservación de la vista y la salud de la piel, etc., y que te invitamos a descubrir más a fondo en nuestro blog.