Las grosellas son unas bayas o frutos rojos, producidas por una familia de plantas llamadas comúnmente groselleros (grossulariaceae) que pertenecen al orden Saxifragales, siendo Ribes L. el género de plantas del cual obtenemos la mayoría de las variedades que todos cultivamos en nuestros huertos o terrazas. Son una rica fuente en antioxidantes, minerales y vitaminas, al igual que el resto de frutos del bosque, como el arándano, la frambuesa o el mini kiwi y su consumo regular nos aporta unos grandes beneficios a nuestra salud, de los que hablaremos más abajo.
Dentro de este género Ribes podemos diferenciar 2 grandes grupos de variedades; Las primeras no tienen espinas y producen grandes racimos de fruta, que todos conocemos comúnmente como grosellas y que producen frutos de diferentes colores: rojos, negros, verdes y blancos. Y por otro lado, las variedades conocidas como Uva Espino o Uva crispa (Ribes uva-crispa), las cuales, se caracterizan por producir frutos aislados, pero de mayor tamaño que las grosellas y algo más dulces. A éstas últimas, le dedicaremos en un futuro una entrada de blog específica.
Sin embargo, hay que mencionar, que la taxonomía de las grosellas es un tema caliente y que a día de hoy sigue suscitando diferencias entre los expertos. Desde principios del siglo XX, se comenzó a subdivir el género Ribes en 2 subgéneros, Grossularia (uva espino) y Ribes (grosellas). Pero según los últimos estudios con métodos moleculares, han dividido al género Ribes en 4 subgéneros; Grossularia (uva espino), Ribesia (grosellas rojas y blancas), Coreosma (grosellas negras) y Berisia. Si bien, la clasificación no está para nada acabada y se sigue estudiando.
Pero antes de seguir recordaros que podéis adquirir todas estas plantas en nuestra web, tanto las de grosella como las de uva espino y de todos los colores, las cuales os producirán una primera cosecha de manera inmediata.
¡Dicho esto prosigamos! Las grosellas son originarias de zonas frías de Europa, Asia y América. Y este es un factor a tener en cuenta, ya que si somos de zonas muy cálidas como el sur de España, donde hay pocas horas de frío, es probable, que la producción de tus plantas de grosella sea más escasa. Las gentes del Norte de Europa llevan cosechando grosellas desde hace siglos y su nombre viene del término inglés “Corans” o “Currans” que es como se conocían originalmente, debido a su parecido con las uvas “Corinto”.
También se volvieron muy populares en Estados Unidos y Canadá, después de su colonización por los europeos y a principios del siglo XX ya había una gran superficie de plantaciones comerciales de grosella. Actualmente los principales productores de grosellas, mayoritariamente negras y rojas, son de Europa (Polonia, Ucrania, Países Bajos y Francia).
Las plantas de grosellero son resistentes, robustas y muy productivas, llegando a tener una altura de entre 1,5 a 2 metros y pudiendo producir unos 4 ó 5 kilos de grosellas por planta cada año, por lo que son un complemento ideal para nuestros huertos, jardines y terrazas.
A la hora de plantarlas, al igual que el resto de bayas o frutos rojos, prefieren suelos ácidos, de al menos pH 6.5, ligeros, con buen drenaje y bajo contenido en arcilla. En caso de no disponer de un suelo así se puede corregir o cultivar en maceta. La distancia entre plantas dependerá si es para uso comercial o particular. Para plantaciones profesionales se pueden llegar a plantar a 33cm unas de otras, dejando un solo tallo principal para producir. Mientras que para uso particular, es decir, para nuestro huerto o terraza, se plantan normalmente a una distancia entre 70 cm ó 1 metro, dejando de 5 a 7 ramas principales para producir, según la distancia y la variedad de grosellero.
Todas las plantas de grosella producen sus frutos en verano, desde junio a agosto según las variedades. También existen variedades de uso exclusivo ornamental que no producen fruta, pero que llenarán de color nuestros huertos o terrazas gracias al colorido de sus hojas. Por otro lado, las flores de las grosellas no son especialmente llamativas y aunque no es necesaria una polinización cruzada, si combinamos diferentes variedades aumentaremos el rendimiento de nuestras plantas.
Debido a su sabor algo ácido o amargo, en función de cada variedad de grosella, se consumen frescas o procesadas en almíbar, zumos, mermeladas y extractos para complementos alimenticios. Así que si no nos gusta comer grosellas frescas, podemos añadirlas a nuestra dieta de otras muchas maneras y beneficiarnos de todas sus propiedades.
¿Sabías qué las grosellas son una increíble fuente en antioxidantes? Probablemente hayas oído hablar de los increíbles beneficios de otros frutos rojos más conocidos como el arándano o las zarzamoras, pero lo que vamos a contar a continuación no es menos interesante.
El consumo regular de grosellas y frutos rojos, nos aporta ciertos antioxidantes como las antocianinas y otros ácidos esenciales, que tienen la capacidad de prevenir la oxidación de nuestro cuerpo, provocada por los radicales libres, permitiendo revertir el daño oxidativo en nuestro organismo.
Este gran poder antioxidante de las grosellas es debido a flavonoides como la quercetina, el ácido clorogénico o el ácido cafeico, responsables de prevenir enfermedades como el cáncer, enfermedades cardiovasculares o enfermedades degenerativas como el Parkinson y el Alzheimer.
En concreto las grosellas son una rica fuente de minerales, proteínas, antocianinas y vitaminas, lo que nos ayuda a proteger nuestro cuerpo contra las infecciones, prevenir la anemia al inhibir la descomposición de los glóbulos rojos, diluir la sangre al aumentar la síntesis de prostaglandinas (efecto antitrombótico), prevenir la arteriosclerosis y los efectos no deseados sobre el metabolismo de las formas activas con capacidad de oxidación que causan daño hepático. También eliminan la inflamación en el tracto digestivo.
Pero no solo eso, las grosellas son una fruta de alto valor nutritivo que contiene Vitaminas A, B, B2 y C. Además, estimula el apetito y ayuda a la digestión, tienen efecto diurético y relaja el organismo y ayudan a eliminar los cálculos renales. También ayudan a reducir el edema en el vientre, eliminar la inflamación del hígado y la hepatitis y es útil contra el reumatismo y la osteoartritis.
Es especialmente alta la concentración de antioxidantes en las grosellas negras, sobre todo de antocianinas y flavonoles. Los colores oscuros, como el negro, verde oscuro y azul/violeta significan altas concentraciones de compuestos polifenólicos en los frutos, y es por eso que cada vez son más demandados en la industria alimentaria y farmacéutica.
Y no solo en sus frutos están todas sus propiedades. Las hojas de las grosellas son otra rica fuente en antioxidantes, minerales y ácidos esenciales, que tienen propiedades anticancerígenas, antibacterianas y antiinflamatorias.
Después de todo esto, ¿Qué haces que aún no estás comprando unas plantas de grosellas? En nuestro vivero encontrarás la mayor oferta de plantas de grosellas y uva espino para tú huerto o terraza. Para adquirir tus plantas de grosella pulsa aquí.
Elaborado y redactado por Adrián García Villar, Ingeniero Agrónomo por la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). Nº Colegiado 215, Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos del Principado de Asturias (COIASTUR).
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Eszter Laczkó-Zöld et al. (2018).
Magdalena Ziobroń et al. (2021).